La seda es una materia noble, desde la obtención del hilo, siguiendo por la tejeduría y, en nuestro caso, la estampación, lavado y confección; siendo un proceso artesanal y laborioso.
Existe la creencia de que lavar una prenda o pañuelo de seda es delicado, y no es así. Para ayudaros con el proceso de lavado os explicaremos como realizarlo correctamente sin que se os dañe el fular de seda.
El pañuelo o fular de seda se suele ensuciar a consecuencia de posibles manchas ya sean de maquillaje o por el uso diario que hacemos de éste.
Para garantizar un buen lavado tenemos la posibilidad de hacerlo tanto a mano como a máquina. En ambos casos utilizaremos agua fría y/o templada.
A máquina:
Si nuestra lavadora dispone del programa de lana utilizaremos éste, ya que es sin duda el más eficaz.
Es esencialmente importante añadir un poco de suavizante para que el pañuelo o fular de seda quede suave y tenga el mismo tacto que tenía antes de lavarlo.
Tampoco podemos hacer un uso excesivo del mismo ya que podríamos llegar a dañar el pañuelo de seda hasta el punto de romperlo.
A mano:
Como hemos dicho con anterioridad, el agua siempre tiene que estar fría o templada. En primer lugar, si tenéis una mancha localizada en vuestro pañuelo, como puede ser una mancha de pintalabios, no os preocupéis. Para quitarla, basta con que apliquéis unas gotas de jabón a la zona y frotéis con la yema de los dedos en círculos para no deformar las fibras de la seda.
El resto del pañuelo, que estará sumergido en el balde con agua templada, sólo debéis lavarlo con el resto del jabón para volver a apreciar el tacto suave inicial que tiene el pañuelo de seda. Eso sí, no lo dejéis en remojo. Esto es muy importante.
Después de lavarlo, pasaremos al secado.
Se puede realizar de dos maneras, o bien lo ponemos en la secadora o lo dejamos secar al aire.
Secadora:
En caso de utilizar este método de secado, os recomendamos el programa de aire frío.
Tened en cuenta que el pañuelo estará seco en unos 5 – 10 minutos.
Al aire:
Para secar el pañuelo o fular de seda al aire, aconsejamos colgarlo de la barra de la bañera o ducha; la mitad para cada lado durante unos 5 – 10 minutos.
A tener en cuenta un par de cosas, jamás colguéis el pañuelo con pinzas, porque las fibras se deformarían de modo irreversible; ni lo colguéis en el exterior para que se seque al sol, ya que éste puede quemar todo tipo de color.
No hay que temer el momento de planchar el pañuelo.
Es importante hacerlo a máxima temperatura y con vapor.
En el caso que persista alguna arruga tendréis que humedecer el fular con un pulverizador.
Utilizad la plancha a máxima temperatura y el mismo vapor nos ayudará a tener un pañuelo sin arrugas.
Esperamos que estos consejos os ayuden a mantener vuestro pañuelo o fular de seda con la misma calidad del primer día.